viernes, 30 de julio de 2010


Mirando la luna esa luna que alumbra mi desolada oscuridad, distante y cercana
Me acompaña en mi divagar, nada me aflige nada me hiere, soy como el viento que viene y que va, errante voy por las sombras junto a mi fiel soledad, observando cada detalle, los cuales la humanidad no pueden hallar , son tan ciegos y vacíos que a veces están más muertos que los propios que lo están.

Permanezco horas contemplando aquella mística luna.
Sintiendo mis instintos una y otra vez,
Y me observo a veces y me digo como puedo estar muerta y aun sigo de pie,
Mi mente es insaciable, mi impulso incontrolable intento calmarme pero es más fuerte que yo.

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